Imagínate: lanzas una promoción, tienes una oferta candente, por tiempo limitado… y necesitas comunicársela a tus clientes urgentemente. Pero, ¿qué forma de correr la voz? ¿Correo electrónico, SMS o mensajería? Cada uno de ellos es como un canal de comunicación en un universo paralelo: cada uno tiene sus propias leyes, hábitos y reacción del público.
Tratemos de forma humana: sin plantillas, cifras escuetas ni tablas aburridas. De forma sencilla, brillante y al grano.
Boletines por correo electrónico: ¿el viejo caballo bueno?
Los boletines por correo electrónico son como el buen vino: algunos los consideran arcaicos, mientras que otros siguen disfrutando abriendo cada correo. Son estupendos para contenidos reflexivos y visualmente ricos: catálogos, manuales, kits útiles, comunicación B2B.
Pros:
– Baratas. El coste por carta es de un céntimo.
– Variabilidad: puedes insertar imágenes, botones, vídeos, enlaces, perfiles.
– Control total: tú decides cuándo, a quién y qué enviar.
Desventajas:
– La notificación puede perderse fácilmente en “Promociones” o “Spam”.
– La gente lee cada vez menos el correo, sobre todo los jóvenes.
– Las cartas no siempre se abren inmediatamente: pueden permanecer en el correo durante 24 horas (o para siempre).
Cuándo utilizarlo:
Si tienes una gran lista de clientes a los que quieres enviar un gran volumen de contenidos con diseño visual: resúmenes de noticias, tutoriales, propuestas con diseños.
SMS – cortos, caros, pero rápidos
Enviar mensajes de texto es como un botón de emergencia. Sabes exactamente qué mensaje llegará a la pantalla, sin aplicaciones ni Internet. Pero tendrás que pagar mucho dinero. Sobre todo si tienes varios miles de destinatarios.
Pros:
– 100% de entregabilidad. Incluso si el cliente tiene un teléfono de botones.
– Alta tasa de apertura: los SMS se leen casi siempre y de inmediato.
– Funciona bien para confirmaciones, recordatorios, promociones urgentes.
Desventajas:
– Formato corto. No puedes contar con una narración larga.
– No hay elementos visuales: sólo texto.
– Caro. Sobre todo a gran escala.
– Sin análisis flexibles: quién abrió, quién hizo clic… casi imposible de seguir.
Cuándo utilizarlo:
Cuando el tiempo es el factor decisivo. Por ejemplo, “¡Tu descuento se consumirá en 3 horas!”, “¡Graba mañana a las 10:00 – confírmalo!”. También para la autorización de dos factores, códigos y notificaciones.
Mensajeros – diálogo en directo con el cliente
Bienvenido a la realidad de 2025: hace tiempo que tus clientes están en Telegram, WhatsApp, VKontakte. Los mensajeros no son sólo un formato de boletín informativo, son una oportunidad para estar a la altura.
Pros:
– Alto índice de descubrimientos (hasta el 90%).
– Entrega y respuesta instantáneas.
– Puedes hacer cadenas de mensajes, bots, segmentación, personalización.
– Comunicación en directo: un cliente puede responder y obtener inmediatamente ayuda, un enlace, un bot.
– Automatización a nivel espacial.
Desventajas:
– Necesitas los conocimientos (o el servicio) para integrar todo esto de forma inteligente en la empresa.
– Es posible que una parte de los clientes no consienta el envío.
– Es más difícil con moderación y registro oficial (dependiendo de la plataforma).
Cuándo utilizarlo:
Cuando quieras construir una comunicación en directo. Ventas, seguimiento, compromiso: cualquier cosa que requiera diálogo, preguntas y respuestas, acciones, desencadenantes y segmentos.
¿Cuál elegir? Comparemos en directo
Formato | Precio | Apertura | Profundidad de la comunicación | Adecuado para |
Correo electrónico | 💸 | 20-40% | 💬💬 | Correos masivos, B2B, promociones perezosas |
SMS | 💰💰 | 95-98% | 💬 | Notificaciones urgentes, confirmaciones |
Mensajeros | 💰 | 80-95% | 💬💬💬 | Ventas, embudos, automensajería |
La receta perfecta es una mezcla
Elegir “una cosa” es como intentar tocar jazz con una sola cuerda. ¿Por qué, cuando puedes sacar lo mejor de cada una?
– Utiliza el correo electrónico para boletines periódicos y contenidos útiles.
– Lanza sms cuando sea fundamental entregar información rápidamente.
– Lanza mensajeros cuando la respuesta, la automatización, el diálogo y el compromiso sean importantes.
Y lo más importante, analiza. Qué público reacciona dónde, dónde hace mejor clic y dónde ignora más a menudo. Combina, prueba, haz que tus comunicaciones no sean un boletín, sino un diálogo.
En conclusión
No existe una solución única para todos. Estás tú, tu empresa, tu público… y la tarea consiste en hablarles en su idioma, en su canal y en el momento adecuado.
En un mundo en el que la gente se desplaza por los feeds más rápido de lo que lee los titulares, los boletines no son sólo una forma de recordártelo. Es tu oportunidad de permanecer en la cabeza, el corazón y el chat de tus clientes.
Los boletines no son un formato. Es la voz de tu marca. Y deja que se oiga.
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